Es uno de los tragos más amados del mundo con una larga historia guardada en cada una de sus burbujas.
El Gin tonic desde su nacimiento mantiene la receta base de gin y tónica. La evolución de sabores de estos dos ingredientes, está viviendo un momento de gran éxito. Gracias al juego de maridajes entre frutas, botánicos y especias que hoy en día lo convierten en una experiencia sensorial completa.
El glamour que hoy tiene el gin tonic lo debemos principalmente a dos momentos históricos:
El primero fue el descubrimiento, por parte del ejército Inglés, del extracto de Quinina, un elixir amargo que en las colonias de Perú y India tomaban para prevenir la malaria. Johann Jacob Schweppe creó con este extracto una de las primeras agua tónicas conocidas en el mundo.
También se llevan un pedacito de mérito las tropas inglesas, que en aquel entonces, se encontraban en la India y empezaron a mezclar el agua tónica con una medida de gin, como solución al mal estado del agua local.
Actualmente, siendo España uno de los países con el mayor consumo de gin per cápita, se encuentra en la top-three también por consumo de gin tonic.
En los últimos años también el gin tonic rosa goza de mucha popularidad, por su sabor más suave y con intensos aromas a fresas u otros frutos rojos.
Pero, muy a menudo no lo sirven como lo esperaríamos… Muy a menudo vemos nuestros gin tonic en un feo vaso de sidra, con dos cubitos de hielo flotando y una rodaja de limón con forma poco homogénea…y que disgusto cuando la tónica no está bien fría! La principal razón por lo cual pasa eso es simplemente por la falta de conocimiento, según mi opinión.
¿Entonces como hay que preparar un Gin tonic?
No voy a desvelar ahora en unas pobres líneas cual podría ser la mejor preparación del gin tónic. Hay muchos detalles del que hablar y por eso nos veremos en la Masterclass Gin tónic & Spicy, organizada por la Mixologist Academy, donde aprenderéis el perfect serve de este combinado mundialmente reconocido como la estrella de las mezclas, y mucho más.